Con el letrero típico de Marbella asomando por la carretera y muchas horas por delante, nuestros atletas comienzan un viaje sin precedentes para nuestro club.
Las primeras carreritas fueron por los pasillos del albergue para instalarse en las habitaciones, aunque no serían las únicas ya que nos esperaba la pista marbellí.
La llegada a la pista ha sido una sorpresa para todos. Era muy diferente a lo que estábamos acostumbrado y sirvió para llenar de motivación a atletas y monitores a estirar las piernas del viaje y realizar el primer entrenamiento.
Por la noche y con el cansancio acumulado del viaje, recordamos las normas básicas de comportamiento y realizamos algunos apuntes alimenticios. Más entrada la noche y con un Antonio muy inspirado, sonaron los primeros acordes de nuestro "Pablo Alborán".
Esta aventura acaba de empezar y nuestros impacientes atletas ya hablan de playa... ¿será mañana?
Oe oe oe!!!
ResponderEliminarYo de mayor quiero ser atleta de ese club!!!